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jueves, 19 de noviembre de 2020

"La Industria y el Comercio de Logroño a través de sus cartas y fotografías desde 1585", nueva obra de Taquio Uzqueda

Tenemos el placer de presentar una nueva obra de Taquio Uzqueda bajo nuestro sello:

"La Industria y el Comercio de Logroño a través de sus cartas y fotografías desde 1585"
1ª edición: Logroño, Siníndice, 2020
Autor: Taquio Uzqueda

PVP en librerías: 20 €
Precio bajo pedido directo a info@sinindice.es: 20 €
(incluyendo gastos de envío)

Tamaño: 23 x 31 cms.
180 páginas
ISBN: 978-84-17235-73-4


Sinopsis 
Las primeras trazas de escritura acuñadas por los humanos hace miles de años tenían por objeto dejar constancia de transacciones económicas. La escritura ha sido un soporte fundamental para el desarrollo de los intercambios comerciales, como lo ha sido para tener conocimiento de la historia de la humanidad. Tan valiosa como la propia escritura ha sido también la conservación de los documentos, cuya supervivencia siempre ha estado comprometida por el deseo de borrar las huellas del pasado que ha impulsado a conquistadores y usurpadores. 

Conocíamos la faceta de Taquio Uzqueda como perseguidor de esas sombras que las huellas del pasado han ido dejando en su querida ciudad de Logroño y que tan paciente como hábilmente ha plasmado con su insuperable técnica de plumilla en cientos de láminas. Nos sorprende ahora con una nueva colección que permitirá descubrir a quienes sean capaces de leer entre líneas la otra realidad que se superpone a los fríos números y legajos con que los historiadores describen la evolución de la economía. Son un tipo de documentos en los que, además del llamativo aspecto visual que logotipos y caligrafía ofrecen para regocijo de Uzqueda, aflora también la esencia del factor humano que hay tras cada transacción comercial, tras cada actividad industrial. 

El comercio y la industria tienen sus reglas de funcionamiento, pero al final somos los seres humanos quienes damos cuerda a la economía y caracterizamos las diferentes formas en que se manifiesta en cada país, e incluso en cada región. El epistolario comercial e industrial es fiel reflejo de cómo son las gentes de Logroño y de cómo influyen sus peculiaridades en el desarrollo de las actividades económicas, algo que difícilmente podría analizarse a partir de los archivos del registro mercantil. Queda por tanto para el historiador ese reto del análisis, que solo la curiosidad y la paciente labor del coleccionista hace ahora posible con la publicación de este valioso archivo epistolar. 

Autor (en primera persona)
Taquio Uzqueda. Les iba a contar que tengo dos pasiones, una la pintura y otra mi colección de “Postales y Papeles de Logroño”, pero me he dado cuenta que tengo muchas más: mi familia, mi Cofradía de San Gregorio de Logroño, mis meriendas en la Trapería de Klaus, mis largas charlas con mi amigo Aguado, mi colección de máquinas fotográficas, mis paseos con… En fin, que me he dado cuenta de que tengo muchas pasiones... Uf, menos mal. 

Pero cuando me preguntan que desde cuándo hago colección de postales y papeles de Logroño suelo contestar que desde niño. La verdad es que esta colección la empecé hace algunos años, quizás treinta. Recuerdo que ya en el año noventa y cinco estando yo en una Feria de Muestras en Barcelona, me tiré media hora ‘negociando’ con un catalán en el mercado de Sant Antoni de Barcelona la compra de una docena de postales antiguas de Logroño. Al final, recuerdo que me cobró diez y me regaló dos, las más baratas (la pela es la pela). 

Pero lo que sí es cierto, es que lo que más me gustaba de pequeño, con lo que más me entretenía, además de rellenar cuadernos de dibujo, era con mis colecciones de cromos o de sellos y recortando fotos de revistas y pegándolas en libretas viejas que me traía mi abuelo Antonio de su oficina. Luego, en la cocina de su casa, mi abuela Concha me hacía engrudo con agua y harina, y así pegaba mis cromos o recortes. Entonces, un tubo de ‘pegamento y medio’ valía 1,50 pesetas más o menos y era toda una fortuna para los pocos cromos que pegabas con él, así que había que ingeniárselas con ungüentos caseros que no subieran mucho los costes. 

Recuerdo que una vez recorté una baraja nueva que mis padres tenían para jugar. Me debieron ver tan entretenido que no me riñeron. Eso sí, me dijeron que la próxima vez les preguntara antes de recortar algo. También tengo en mi memoria la ilusión que me hacían los paquetones de sellos usados que me traía mi abuelo Antonio de la oficina y lo que me gustaba ponerlos a remojo en la fregadera y luego, cuando estaban secos, pegarlos en libretas o dietarios viejos. He hecho colección de todo lo que ustedes se puedan imaginar: sellos, monedas, llaveros, insignias (eso que ahora llaman pin), papeles de azucarillos, mariposas, minerales, discos… En fin, que no sigo para no aburrirles. 

Pero sin duda alguna esta que yo llamo de “Postales y Papeles de Logroño” es mi preferida, sin menospreciar la de máquinas fotográficas, de la cual tendré más de doscientas. La de “Postales y Papeles de Logroño” me conecta con mi querida ciudad, con mi infancia, con mis conciudadanos, con casi todo lo importante de mi vida. Este libro que ustedes tienen en sus manos es una pequeña muestra de ello. Recoge una selección de esta colección que consta aproximadamente de 1.500 postales en blanco y negro, 4.000 en color, 1.000 postales publicitarias de empresas logroñesas, 1.000 fotos antiguas del siglo XIX y primera mitad del XX de ciudadanos de nuestro Logroño o La Rioja y unas 6.000 cartas, facturas o albaranes de empresas de Logroño desde el año 1585 hasta la actualidad. Además de revistas, programas de cine o de fiestas y folletos publicitarios de empresas, todos de Logroño.